Hoy vamos a hablar de la definición de los problemas y la búsqueda de soluciones. Quien más y quien menos, en su día a día, se encuentra con problemas, y ha de tomar decisiones para resolverlos. Peter Drucker decía que si la definición de un problema no comprende ni explica todos los hechos observables, el problema no está bien definido. Lo primero que hemos de hacer para tomar buenas decisiones es definir suficientemente el problema. ¿Cómo lo hacemos?

Nos hemos de preguntar, ¿De qué va todo esto? ¿Qué está directamente relacionado con el problema? ¿Qué es clave en esta situación? Estas preguntas son críticas para definir el problema. Hemos de verlo desde todos los ángulos para realmente estar seguros de que estamos delante del problema real, ya que a veces los arboles no nos dejan ver el bosque. Y la única manera de ver si realmente vamos por el buen camino es tener en cuenta absolutamente todos los hechos observables. Hasta que la definición del problema no incluya todos los hechos, está incompleta, o peor aún, es una mala definición. Si definimos correctamente el problema, la decisión a tomar es mucho más fácil. Mª Angeles me apunta que muchas veces no valoramos todos los factores, y que esta visión es muy de un informático. Tiene razón, es así como pienso yo. En general nos damos demasiada prisa en analizar un problema. Yo os propongo tomarnos el tiempo necesario, y ver el problema desde todos los ángulos, incluyendo todos los hechos.

La toma de decisiones tiene su proceso, sus elementos y pasos. Se trata de un proceso arriesgado, que nos lleva de un presente real y conocido, aunque problemático, a un futuro desconocido e incierto. Pero si llevamos a cabo los pasos necesarios, minimizaremos el riesgo y hay muchas posibilidades de que nuestra decisión nos lleve a un camino de éxito. ¿Cuáles son estos pasos?

  • Las personas hábiles en la toma de decisiones saben cuando es necesario tomar una decisión
  • Saben que la parte más importante de tomar una decisión es estar seguro de que estamos ante el problema real
  • Saben definir adecuadamente el problema
  • No pierden el tiempo valorando si es aceptable o no hasta que realmente han encontrado la solución correcta
  • Tienen claro que una decisión siempre nos lleva a compromisos
  • Y que una decisión no está tomada hasta que no tenemos también claro como llevarla a cabo, o sea su implementación de una manera efectiva

Por lo tanto, tomaros el tiempo en conocer y diagnosticar el problema adecuadamente, desde todos los ángulos, tomad la decisión, y llevarla a cabo de una manera efectiva, y no tengáis miedo al resultado.