El otro día una persona de mi equipo, buscando por internet, encontró una estadística sobre el número de empresas en Catalunya que desde principio de año están llevando a cabo un expediente de regulación de empleo. El número era realmente elevado, no me atrevería a citarlo aquí porque no lo recuerdo con seguridad, pero espero que él lo cite en los comentarios para que todos lo podáis conocer.

Pensando sobre este tema, reflexioné un poco sobre porque empresas exitosas antaño, llega un momento en que dejan de serlo. El problema es que una empresa se funda basándose en unas premisas, y por desgracia esas premisas dejan de ser válidas con el paso del tiempo. Estas premisas dictan las decisiones de que hacer y no hacer, como se ha de comportar la organización, y lo que la compañía considera resultados correctos; son acerca de mercados, acerca de la identificación de clientes y competidores, sus valores y comportamientos; son acerca de la tecnología; son los valores por lo que una empresa se paga. Como decía Peter Drucker, se trata de La Teoría del Negocio.

¿Qué se puede hacer para que esto no pase? Continuando con la lógica de Drucker, se ha de revisar la teoría del negocio para ver si sigue siendo vigente. ¿Cómo?

  • De tanto en tanto la compañía se ha de preguntar si allí donde no está, ha de estar. Quiere decir, cada producto que no se fabrica, o se fabrica, ¿se debería fabricar, o dejar de fabricar? A cada cliente que no se le vende, o se le vende, ¿se le debería vender, o no vender? Cada política que no se aplica, o se aplica, ¿se debería aplicar, o no aplicar? Las tecnologías que no se usan, o que se usan, ¿se deberían usar, o dejar de usar? Con esto se consigue estar alerta a los cambios, y destinar los recursos de la compañía a lo que realmente está pasando. Se podrían destinar los recursos necesarios a las nuevas oportunidades que el mundo nos puede ofrecer
    Además la compañía no solo ha de estudiar los clientes a los que les vende, sino los clientes a los que no les vende, y porque no les vende. Por desgracia, los sistemas de información en las empresas están muy enfocados hacia los clientes a los que se les vende, pero se pude aprender muchísimo más de los que no se les vende. Con esto no solo te enfocas al cliente, sino también al mercado.
  • Diagnostico temprano. La consecución de los objetivos del negocio se ve como el indicador del éxito, pero se debería ver como una señal de aviso. Cuando se cumplen los objetivos fácilmente, quizás nos tendríamos que replantear el negocio.
    El crecimiento rápido es otra señal de que la compañía está variando su teoría del negocio. Estos crecimientos hacen que la compañía haya de cambiar sus políticas, sus formas de comunicación internas. No es lo mismo dirigir una pequeña compañía que una grande. La misión cuando una compañía crece ha de ser revisada, su entorno y competencias clave reevaluados.
    También el éxito o fracaso de un competidor ha de ser una señal de alarma. Por ejemplo, el éxito de los productos que vienen de oriente debería haber sido una señal de alarma para que muchas compañías exitosas hace ya mucho tiempo hubieran cambiado su teoría del negocio. Las compañías se podrían haber dado cuenta de que artículos estaban afectados por esta entrada de nuevos productos, y haberse enfocado en otro tipo de bienes que no se vieran tan afectados por ellos.
  • La soledad del líder. No existen milagros en la dirección de una empresa, ni personas milagrosas. Hay pocos casos de líderes de empresas que hayan sido capaces de, con su visión, con su intuición, con su carisma, cambiar la teoría del negocio de una manera radical y exitosa. Hay muchísimos líderes que no son clarividentes, pero eso no quiere decir que sean malos. Un líder ha de diagnosticar, analizar, darse cuenta de los cambios en el entorno, aceptar que los crecimientos y los éxitos en el negocio pueden requerir un replanteamiento de la teoría del negocio. No ver un fracaso como el error de una persona, sino como una señal de que quizás algo está cambiando. Han de aceptar que una teoría del negocio puede degenerar, envejecer, hacerse obsoleta, y darse cuenta a tiempo. Y han de tener en cuenta el principio más viejo de la gestión, una empresa enferma no se cura procastinando, sino con acciones firmes.