En este post me gustaría hablar de la gente «lista», refiriéndome a la gente con más talento, más inteligente, más creativa, más brillante, con más intuición para los negocios o la dirección, o los que son capaces de manejar mas disciplinas de manera elevada. Este post lo maduré durante el technology@work de la semana pasada, donde tuve la oportunidad de hablar con la responsable del departamento de informática de uno de los institutos de investigación de la Generalitat de Catalunya. Allí tienen a varios equipos de científicos liderados habitualmente por una de estas personas «excepcionales».

Durante mi carrera profesional he tenido la oportunidad de dirigir a alguna persona de este tipo, y sé que es francamente complicado. Buscando un poco en mi biblioteca he encontrado un artículo de la HBR que habla sobre esto, y la verdad es que en su día me hubieran ido muy bien los consejos que allí dan, por lo que me he decidido a escribir un poco sobre el tema.

A continuación os detallo sus principales características:

  • Saben lo que valen. Normalmente son gente buena que sabe que es buena. O sea, se lo creen, pero con razón. Además no son muy amigos de traspasar el conocimiento, normalmente se lo llevan con ellos.
  • Normalmente necesitan muchos recursos para que su talento brille. Si no se les dan los medios, cambian de empresa.
  • Pasan de la jerarquía y los organigramas. No se les motiva con títulos, cargos, ni promociones. Pero cuidado, no son ajenos al estatus, por ejemplo, ¿verdad que os habéis encontrado personas que se empeñaban en que en su tarjeta figurase su título, como ingeniero o doctor?
  • Como consecuencia de lo anterior, se saltan las jerarquías, y van a hablar directamente con quien sea cuando tienen un problema.
  • Normalmente tienen muchos contactos de gente como ellos. Esto es una ventaja porque pueden usar su red para obtener conocimientos que ellos no tienen, pero una desventaja, porque es más fácil que se vayan.
  • No son nada fieles al lugar donde trabajan. Si no les gusta lo que hacen simplemente cambian de trabajo.
  • Según la persona, pocas veces te agradecen lo que hagas por ellos. Aunque los dirijas correctamente, no esperes que ellos te lo reconozcan.
  • Tienden a ser poco constantes, tanto en su vida personal como profesional.

Este tipo de personas son adictas a la adrenalina que les producen los nuevos conocimientos que adquieren, a los descubrimientos que hacen, a siempre estar un paso adelante, a conseguir brillar en cada puesto que ocupan, en cada proyecto que desarrollan. Pero, ¿Qué pasa cuando ya lo han conseguido, cuando están en la cima? Se sienten desorientados, porque ya no hay retos que conquistar. Les lleva a preguntarse, ¿he de seguir subiendo o he de cambiar de trabajo? O, podría ser mejor en lo que hago, pero, ¿a dónde me llevará? Esto les lleva a cometer errores en las decisiones que toman, o a cambiar de trabajo. Y pueden entonces pasar a formar parte del grupo de personas que podrían haber llegado por capacidad, pero que no lo han conseguido.

¿Cómo intentar paliar este declive? Vosotros, como responsables de estas personas, tenéis que tener en cuenta varios factores:

  • Conocer su fórmula del éxito. Normalmente estas personas tienen un método para llegar a lo alto, que mientras están subiendo va muy bien, pero que al estar arriba no les ayuda a mantenerse. Normalmente son personas que no delegan en su equipo, esto les hace escalar muy rápidamente, pero infrautiliza a la gente de su entorno. Por lo tanto, en vez de ir subiendo poco a poco con su equipo, les pone un techo por encima. Hay que evitar esto, y también la «micro dirección». Estas personas tienden a intentar estar en todas las decisiones que se toman. Han de aprender a delegar.
  • Conocer el «gran objetivo» de su vida. Normalmente estas personas tienen un objetivo en la vida. Como están tan metidos en su trabajo, pierden de vista este objetivo, y cuando están arriba se dan cuenta que se han desviado. Tenéis que conocer este objetivo y recordarles que no se han de desviar de él. Así cuando lleguen a la cima estarán en línea con sus aspiraciones.
  • Han de cambiar su trabajo, pasar de ser ellos los que logren las metas, a liderar un equipo que sea el que llegue a los objetivos. Han de aprender a seleccionar su equipo para complementarse con él y entre ellos.
  • Han de aprender a no solo conseguir logros cercanos, sino a trazar una estrategia a largo plazo, y a caminar para su consecución.

Ya sé que esto es difícil de lograr, pero si podéis hacerlo conseguiréis que esas personas talentosas no se vayan de vuestro lado.